¿Por qué empieza a dolerte más el cuerpo con el cambio de clima?
Con la llegada del frío o los cambios bruscos de temperatura, muchas personas notan un aumento en los dolores musculares y articulares. Esta sensación no es solo una percepción subjetiva: tiene una base fisiológica que explicaremos de forma clara y sencilla en este artículo.
El clima y su influencia en nuestro cuerpo
El cuerpo humano es extremadamente sensible a los cambios ambientales, y el clima juega un papel importante en nuestro bienestar físico. Cuando bajan las temperaturas, los vasos sanguíneos tienden a contraerse, lo que reduce el flujo sanguíneo a músculos y articulaciones. Esta disminución puede provocar rigidez, sensibilidad al dolor y una sensación general de incomodidad, especialmente en personas con enfermedades reumáticas o musculoesqueléticas.
Además, con el frío, nuestros músculos se tensan de forma natural como mecanismo de defensa para conservar el calor corporal. Este aumento de la tensión muscular puede generar molestias, sobre todo si no se realiza un calentamiento adecuado antes de realizar actividad física o si se permanece mucho tiempo en posiciones estáticas.
Cambios de presión atmosférica
Otro factor clave es la presión atmosférica. Cuando esta baja, como suele suceder antes de una tormenta o en días húmedos, los tejidos del cuerpo pueden expandirse ligeramente, lo que aumenta la presión en las articulaciones inflamadas o en zonas ya sensibles. Las personas con artritis, fibromialgia o lesiones previas suelen notar estos cambios con mayor intensidad.
La humedad también cuenta
La humedad elevada intensifica esta sensación de dolor y pesadez corporal. El aire húmedo hace que la piel pierda capacidad para liberar calor, y esto puede causar sensación de fatiga, hinchazón e incluso inflamación en ciertas partes del cuerpo.
Factores psicológicos: cómo influye el estado de ánimo
El clima no solo afecta físicamente. Días más oscuros, fríos y lluviosos pueden tener un impacto en nuestro estado de ánimo. El desánimo o la apatía pueden amplificar la percepción del dolor. Está demostrado que el dolor se percibe con mayor intensidad cuando estamos tristes o estresados.
¿Qué puedes hacer para aliviarlo?
Mantener el cuerpo activo con ejercicio moderado, abrigarse bien, cuidar la postura y descansar adecuadamente son claves para prevenir o reducir estos dolores asociados al cambio de clima. Consultar con tu farmacéutico de confianza también puede ayudarte a encontrar las mejores estrategias de cuidado según tu caso.
No estás imaginando cosas. El cuerpo realmente reacciona al clima, y entender por qué sucede puede ayudarte a tomar decisiones más conscientes para tu salud.
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